La próxima vez que alguién le dice que la técnica creativa de brainstorming no funciona y está sobre valorada, pienselo dos veces.
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La semana pasada en Bélgica tuvo lugar Creativity World Forum, un encuentro anual dedicado a analizar y discutir el rol que juega la creatividad en nuestra vida.
Durante dos días las mejores mentes de todo el mundo exponían su visión sobre el papel de la creatividad en la sociedad, la economía y en nuestro desarrollo. El mensaje principal de varios discursos que escuchamos ha sido: “La creatividad no es suficiente”. Lo que venía a decir que a parte de tener ideas brillantes es crucial tener la capacidad de ver las oportunidades de desarrollo de estas ideas y ser capaz de llevarlas a cabo. Como dijo Malcom Gladwell, el autor de múltiples bestsellers, el mismísimo Steve Jobs nunca fue el primero con sus ideas, que al final le garantizaron un lugar en los anales de la innovación, pero sí era brillante en adaptar las ideas de otros, mejorarlas y revolucionar el mercado con ellas. “Una idea no vale nada si no se realiza”. Bueno, no es un mensaje nuevo, pero vamos a descifrarlo detalladamente. Cuando afrontamos la necesidad de solucionar algo, cada uno de nosotros tiene una predisposición natural hacia una u otra manera de actuar. Unos se ponen a hacer preguntas, analizan la situación, investigan todos los detalles y no se sienten cómodos con seguir adelante si no lo tienen todo claro. Otros, una vez enfrentados con el reto, inmediatamente empiezan a proponer ideas y pueden pasar horas fantaseando con diferentes maneras de solucionar el asunto. A unos terceros les gusta coger una idea ya existente y pulirla, adaptándola a la nueva situación, hasta que la propuesta sea perfecta, hasta tener la seguridad de que todos los factores han sido tomados en cuenta y que la solución es sólida, factible y funcional. Y hay algunos que no esperan a nada ni a nadie, entran en acción y no paran hasta que no consiguen los resultados buscados. Una convicción común es pensar que la gente creativa es más de segundo tipo. También, cada uno de nosotros tendrá tendencia a asignar más valor a la forma de actuar con la cual se siente más identificado. La verdad verdadera es que todas estas maneras de enfrentarse a un reto representan diferentes fases del proceso creativo, especialmente del proceso creativo aplicado a solución de problemas. Cuando hay necesidad de una solución innovadora, qué pasará si no dedicas suficiente tiempo a mirar la situación desde todos los ángulos? Pues, lo más probable es que acabarás solucionando un problema equivocado o mal planteado. Qué pasará si no consideras varias opciones, hasta las más locas, en lugar de aferrarte a la primera idea que te viene a la cabeza? Te quedarás con las soluciones de siempre. Qué pasará si no estudias con atención todos los factores que pueden influenciar el éxito de tu idea, si no elaboras todos sus detalles, no preparas los planes, estrategias y tácticas? Seguramente el castillo se caerá antes de inaugurarse. Y qué pasará si entras en la batalla sin prepararte? Probablemente todas las cosas anteriores (aunque las personas de este tipo tienen suerte de no darse cuenta de sus fallos porque siempre están en acción). Basado en todo lo expuesto, podríamos definir la creatividad como el proceso de abrir la mente que te permite ser capaz de ver la situación desde múltiples perspectivas, crear asociaciones inusuales que llevan a ideas rompedoras, adaptar estas ideas tan disparatadas a la cruda realidad y poner todo el empeño y perseverancia en traer estas ideas al mundo, porque crees en ellas. Entonces...…de verdad no es suficiente la creatividad? La semana que viene hablaremos de cómo podemos tomar en cuenta nuestras preferencias dentro del ciclo de solución de problemas para sacar el máximo rendimiento de nuestro trabajo en equipo. Hoy en día las cuestiones acerca de la innovación y de la creatividad para innovar son el núcleo de numerosas discusiones. Y el hecho no es sorprendente, ya que la capacidad de innovar y de solucionar problemas de una manera creativa se han convertido en las competencias cruciales para nuestra supervivencia hoy por hoy.
Uno de los tópicos más frecuentes en dichas discusiones es la eficacia o ineficacia de diversas técnicas y metodologías de creación de ideas para innovar. A menudo uno se encuentra con exclamaciones del tipo: "El brainstorming no funciona" o "Las sesiones creativas no dan resultados". Dejando al margen los argumentos sobre las ventajas o desventajas que una metodología puede tener en comparación con otras, me gustaría exponer a continuación ciertas reflexiones sobre unos factores que juegan un rol importante en el posible éxito o fracaso de una sesión creativa:
La conclusión es que, realizada de una manera profesional y cumpliendo los requisitos descritos arriba, una sesión creativa puede brindar unos resultados espléndidos, que a la vez pueden ser innovadores, realizables y responder a los objetivos planteados. |
No digas que el mundo te debe algo. El mundo no te debe nada. Él estaba aquí primero. Categories
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